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viernes, 13 de abril de 2012

Con respecto al título de este blog.

El sistema capitalista y geopolítico mundial se cierra como una totalidad, dejando fuera de él a todo aquel que no pueda ser comprendido como un ente útil entre aquellos que se presentan a la mano en la relación mercantil y cultural que caracteriza al sistema dominante. Todo eso y esos que quedan fuera se conforman como una exterioridad, que es negada, excluida permanentemente. La lucha desde la periferia del sistema no consiste en integrarse al él, en incluirse como una mismidad, lo que negaría el carácter auténtico y creador; se trata de saber que desde la experiencia de la exterioridad y en proximidad solidaria con los excluidos se conforma un bloque hegemónico que lucha por romper esa totalidad, mostrando su imperfección e injusticia, lucha por la transformación creativa del sistema, para finalmente convertirlo en un nueva totalidad abierta al reconocimiento del otro desde su propia autenticidad, que se caracteriza por la participación dialógica permanente de las víctimas del nuevo sistema que ahora pueden satisfacer sus necesidades a través de la creación de instituciones que respondan a una nueva lógica del poder.


Pero criticar y deconstruir el sistema dominante pasa por una caracterización del mismo, una construcción arquitectónica de cada uno de sus momentos, que permita comprender en su totalidad la lógica de la dominación  desde lo más estructural hasta aquello complementario. En este sentido un proceso de elaboración creativa de categorías pasa por la apropiación transformadora de la tradición crítica a nivel mundial, empezando por conocer los procesos que desde otras latitudes de la periferia mundial se han desarrollado, hasta los aportes que desde el núcleo del centro mundial se han hecho. Cada día más resulta urgente volver a la obra de Marx, y su tan pertinente construcción crítica del sistema capitalista mundial; es más pertinente que nunca un estudio serio y sistemático de sus textos. 
Manuel Azuaje Reverón.

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