La rabia de un pueblo
desbordó las calles el día 27 de febrero, no sólo las de Caracas, sino la de
muchos lugares a nivel nacional. Fue
tomada por sorpresa la burguesía, esa que se creyó el cuento de que éramos la
democracia más estable de América Latina,
y ante el asombro, actuó de la única forma que sabe hacerlo, por vía de
la represión y la muerte.
El 4 de febrero de 1992
se produce un alzamiento cívico militar encabezado por el teniente coronel Hugo
Chávez, la primera de dos intentonas contra el gobierno que había ordenado
masacrar al pueblo. Ese pueblo desde sus casas recibió un “por ahora”, que vendría
a representar una brecha por la que direccionar esa rabia.