Este texto fue escrito y
publicado como introducción a una compilación de artículos de Lenin escritos
entre enero y diciembre de 1917. El libro fue publicado bajo el título de “1917” en octubre de este
año por Monte Ávila Editores.
El centenario
de la Revolución Rusa llega cuando las banderas del socialismo vuelven a
levantarse alrededor del mundo. Sin embargo, siguen dominando las visiones
ideológicas que sobre la URSS se impusieron hacia el final del siglo XX, incluso
la izquierda toma distancia frente a las experiencias socialistas de décadas
anteriores y declara su ruptura frente a las teorías «clásicas».
En los últimos veinte años no pocos autores han disparado desde la izquierda a
la experiencia soviética y lo planteado por Lenin, calificando su teoría de la
revolución, cuando menos como «vieja». A pesar
de eso, fuera de las discusiones académicas, Lenin sigue siendo un revolucionario
cuya práctica y pensamiento moviliza a miles de jóvenes en todo el mundo.
Los artículos,
cartas y discursos de Lenin entre enero y diciembre de 1917 representan una radiografía
de una época desde la mirada de uno de sus principales protagonistas; son
también una biografía intelectual anclada en la militancia y no en la producción
teórica abstracta.
El estudio de
esos textos representa una oportunidad para poner en manos de la militancia revolucionaria
la obra que Lenin elaboro al calor de la construcción hegemónica que condujo a
la insurrección de octubre. El líder bolchevique pone en juego las principales
categorías del pensamiento marxista para producir una idea de revolución que no
está determinada y anclada a la teoría, sino que se fundamenta en el análisis
concreto de la situación concreta, donde el pensamiento es contrastado con la
realidad.
Esa idea de
revolución está relacionada directamente con la premisa que Lenin plasmo a
finales de marzo de 1917 y cuyo desarrollo seguiremos en este ensayo. Afirma el
dirigente bolchevique que
En tiempos revolucionarios,
la situación objetiva cambia con la misma rapidez y brusquedad que el curso de
la vida en general. Y nosotros debemos saber adaptar nuestra táctica y nuestras
tareas inmediatas a las características específicas de cada situación dada.
Con
esto en mente nos proponemos transitar las ideas elaboradas a lo largo de esos
meses, permitiéndonos recorrer los acontecimientos de ese año convencidos de
que desentrañar los detalles de ese proceso histórico nos permite sacar
conclusiones fundamentales para la revolución hoy. En ese sentido, no sólo
salen a la luz los hechos sino la reflexión que sobre ellos hace Lenin,
permitiéndonos reconstruir junto a él una teoría de la revolución y recuperar
la vigencia del análisis de la situación para el establecimiento de una táctica
clara que conduzca exitosamente a la toma del poder.