El
impacto del paso de Hugo Chávez por este tiempo aún no ha sido calculado. Sin
embargo, no dejó nada intacto. Cerca de cumplirse cuatro años de su partida,
las repercusiones de las transformaciones y los cambios recientes producen un
estado general de expectativa. Pero no hay tiempo que perder, es necesario
continuar con su lucha y las posibilidades que ésta abrió. Debemos volver sobre
sus pasos para comprender quién fue y qué somos después de él. Una de las
tareas pendientes corresponde al estudio de sus ideas, sumar esfuerzos en ese
sentido es el objetivo se propone este espacio, aspirando a la discusión y al
intercambio necesarios.
Las
ideas de Chávez fueron determinadas por acciones y ese es nuestro punto de
partida. El 4 de febrero de 1992 se dio a conocer gracias a un acto radical y
arriesgado, que consolidó con aquellas palabras dirigidas a todo el país. Con
un “por ahora”, selló para siempre aquella rebelión, y prendió el motor de la
historia. Esa relación entre acción y discurso será definitiva en su manera de
presentar y articular las ideas. Por eso, iniciamos este proyecto analizando
el discurso en la I edición del Premio
Libertador al Pensamiento Crítico[1]
y la concepción de éste que ahí desarrolla. Aquel premio fue creado por el
gobierno bolivariano en el año 2005, con la intención de promover lo mejor del
desarrollo teórico comprometido con la emancipación de los pueblos. A mediados
del año siguiente se llevó a cabo el acto de entrega.