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martes, 31 de julio de 2012

La construcción de lo nuevo y el tiempo histórico. (II)



¿Qué de nuevo ofrece a los venezolanos? Fue la pregunta que hizo el periodista de Univisión al presidente Chávez durante su rueda de prensa. La primera parte de la respuesta fue desarrollada en la sección anterior de este artículo. Chávez inició desmontando la pretensión de la oposición de hacerse pasar por lo nuevo, para ello utilizó una metáfora pedagógica. El Conde Drácula se disfraza, maquilla y arregla para poder atraer a las jóvenes víctimas, siendo un vampiro centenario, se hace pasar por un joven don Juan, una vez que los jóvenes han caído en sus manos les succiona la sangre hasta la muerte. Así se disfraza el capitalismo, sus representantes y candidatos buscando atraer a los incautos.

lunes, 23 de julio de 2012

La construcción de lo nuevo y el tiempo histórico. (I)



            En su rueda de prensa del día lunes 9 del corriente mes, el presidente demostró nuevamente su gran capacidad discursiva, enmarcada en el horizonte intelectual y formativo que lo acompaña. Se ha convertido en el principal promotor de la lectura a nivel nacional y regional, llegando hasta sin quererlo a ser un productor de Best-Seller, ya que al mencionar un texto la gente se moviliza de inmediato a buscarlo en las librerías, siendo frecuente escuchar en alguna de ellas a alguien preguntar por tal o cual libro que el presidente comentó recientemente.
            Una vez iniciada la ronda de preguntas, el tiempo que duró toda la alocución fue atravesado transversalmente por un tema; el carácter novedoso de la revolución bolivariana, no la innovación que produjo como irrupción histórica en su inicio sino la condición creativa detrás de cada transformación que se ha venido realizando y que se plantea a largo plazo como profundización de un proyecto.

martes, 10 de julio de 2012

Crítica y autocrítica del machismo silencioso.




Las formas en las que se desenvuelve el machismo suelen ser más silenciosas de lo que creemos, pese al trabajo permanente de colectivos dedicados a desnudar los mecanismos de reproducción de la dominación, existen un conjunto amplio de conductas que ocultas tras la cotidianidad se hacen pasar como naturales, que por ser  asumidas como “normales” nos negamos a transformar. Algunas de ellas se esconden en las justificaciones de quien no asume la necesidad real de cambiar, por no identificarse como un reproductor de la dominación, asimila y emite el discurso desde el cual se denuncia la opresión histórica y social sobre las mujeres a través de instrumentos como el Estado, los medios de producción económica y de difusión cultural, más no se reconoce como un producto también de una ideología.
En el fondo es el viejo tema de la teoría y la praxis, lejos de quedarnos con el discurso emotivo, la denuncia en las redes sociales, debemos asumirnos como factores de transformación. No basta con denunciar las agresiones de género, o afirmar que no tratamos a las compañeras como un objeto-mercancía sexual, sino que en la práctica inmediata seamos capaces de saber cuándo estamos reproduciendo conductas opresivas, violencia machista disfrazada de “la naturaleza de las relaciones entre el hombre y la mujer”. Se trata de ser realmente coherentes.