Esto no es socialismo.

Casi un año después de la devaluación del bolívar a 6,30 por dólar, el Vicepresidente de la República para el área económica Rafael Ramírez hizo varios anuncios referentes a la constitución de un nuevo sistema de asignación de divisas. Ya el Presidente Nicolás Maduro había adelantado la eliminación de Cadivi y se esperaba la información sobre las características del nuevo sistema. Entre los anuncios está el paso al Sicad de la asignación de divisas en efectivo y tarjeta de crédito para viajeros, así como el cupo electrónico. Se trata de un sistema cambiario que tendrá bandas, una con el dólar a 6,30 y otra con la subasta Sicad. Según afirmó Ramírez, en la primera banda quedarán cerca del 80% de los rubros que se importan. Esta medida acompaña la creación a finales del 2013 del Centro Nacional de Comercio Exterior. 

Las reacciones fueron similares a las del año pasado tras el anuncio de Merentes y Giordani. La oposición venezolana adelantó una campaña donde caracteriza la medida como una devaluación y un paquetazo, sin dedicarse a explicar a profundidad las razones para denominar de esta manera las acciones, trazó una campaña que se estará llevando a cabo desde ayer hasta las siguientes dos semanas aproximadamente. La misma consiste en un conjunto de mensajes cortos por twitter e imágenes con mensajes simples que calan rápido.

Por otro lado, sectores del chavismo han reclamado que con las decisiones “se pague justo por pecadores”, ya que trasladar el cupo cadivi y los dólares para viajes al Sicad produce un aumento considerable en los costos relacionados a ese sector. El hecho de que un grupo grande de personas utilizara estos dólares para sacarlos en el exterior e introducirlos al país para venderlos a un precio de hasta 10 veces más, termina generando que quienes hacen uso correcto de las divisas tengan que verse muy afectados. Se exige que no sólo se afecte a la población con la medida, sino que sean investigados los miembros de la directiva de Cadivi que durante años permitieron que esta situación se diera impúnemente.

Los grupos que desde hace años vienen criticando la economía venezolana haciendo uso de los instrumentos marxistas han sostenido que se trata de una devaluación, que afecta directamente el bolsillo de los trabajadores y no el de las empresas que generan la mayor parte de la estafa con las divisas. Desde el año pasado han canalizado la propuesta para que se deje de entregar dólares a la burguesía, que ha sido calificada como parasitaria y produce la mayor desestabilización de la economía. Los “raspacupos” son un número casi insignificante frente a estos sectores empresariales que adquieren dólares a precio preferencial pero venden los productos al precio ilegal del mercado negro. 

Considero que la mayor preocupación es recogida por ambos grupos. Existe la comprensible desconfianza sobre la capacidad del Estado para controlar y aplicar la ley, no sólo para impedir que se cometan los ilícitos cambiarios por parte de quienes adquieren dólares a precio preferencial de 6,30 y ahora en las subastas del Sicad, sino que sea efectivo el combate contra los precios especulativos que invaden masivamente nuestros comercios. Notamos con una grata sorpresa la efectividad de las medidas anunciadas a finales de noviembre del año pasado, pero a su vez este año inició con la percepción de que sólo fue un efecto inmediatista. De no generar los mecanismos eficientes en el control de precios el bolsillo de los trabajadores será duramente golpeado.

El Presidente Nicolás Maduro anunció que el 2014 será un año dedicado a la estabilización de la economía y la construcción de un nuevo modelo económico. Todas las acciones tomadas han ido engranadas en un plan que busca ser estructural en el combate al dólar paralelo y la ganancia especulativa. En la presentación de la memoria y cuenta del año 2013 realizada el pasado 15 de Abril, Maduro advirtió que las medidas que serán tomadas en los próximos meses no son de carácter socialista sino que buscan estabilizar una economía que se encuentra en un estado general de desequilibrio. 

Esta afirmación del Presidente es fundamental, porque hay que tomar conciencia de que esto no es socialismo, nos encontramos en una sociedad con una economía capitalista desequilibrada, que necesita ser transformada estructuralmente.  Se ha dicho que es necesario generar mecanismos estabilidad económica, para continuar avanzando en la construcción de nuevas formas de organización material de la sociedad. Pero es importante advertir que no se debe tratar de una gestión eficiente del capitalismo, sino de construir el socialismo, de desplazar las relaciones de explotación a la vez que se desarrollan las fuerzas productivas de la nación, de lo contrario no avanzaremos más allá de la reorganización del capitalismo venezolano. 

A su vez, es importante rescatar el llamado todo el pueblo a trabajar en función de esta tarea. No se trata nada más de la labor necesaria del Estado como gestor de la política económica nacional, sino de que todos participemos activamente en el control de los precios y el combate a la corrupción de la que no sólo forman parte los funcionarios, sino todo aquel que pretende estafar a la nación, es decir, a todos nosotros.

Manuel Azuaje Reverón