A partir de la dolorosa muerte del
Comandante Chávez, un poco antes quizás, algunos grupos han asumido una
posición de confrontación directa con el gobierno nacional, contra el
PSUV y muchas organizaciones aliadas. A su vez, la agudización de las
contradicciones que han venido desarrollándose a lo interno del proceso
político, muchas de las cuales estaban latentes, otras que tienen mucho
tiempo, cuando no el inicio del mismo, han hecho surgir múltiples
críticas.
Pero lo que sorprende, es una retórica
desde la cual esas críticas parecen ser absolutamente novedosas,
representan un tipo de chavismo particular, cuando no una disidencia del
mismo. Ese discurso ha sido construido en buena medida a partir de la
prensa burguesa, que siempre ha apuntado sus baterías contra la
Revolución Bolivariana y ahora parece contar con algunos opinadores
disidentes, que asumen llamarse “el chavismo crítico”. Resulta curioso,
cuando no abiertamente sospechoso, que esos personajes y sus grupos,
encuentren tanto apoyo en la prensa burguesa.
Esa idea ha sido al mismo tiempo
asimilada por compañeros, que ahora se asumen “críticos”. Suceden
situaciones en las cuales al preguntar si alguien es chavista, la
respuesta es “si, pero crítico”, o, “si pero tengo diferencias con
algunas cosas”. El absurdo de todo este asunto es que termina existiendo
una especie de división entre un supuesto “chavismo” y un “chavismo
crítico”, que por más retórica que sea, es necesario desmontar.
El chavismo no se reduce al gobierno
nacional, ni a la directiva del Psuv, su núcleo fundamental está en el
pueblo organizado, en la militancia de base, que todos los días es el
motor de este proceso. Es cierto que desde la política comunicacional
del gobierno, no ha habido un trabajo efectivo, en un sentido amplio,
que tampoco ha sido capaz de dar una salida a la crítica interna para
articularla hacia el crecimiento. Pero no es cierto que el chavismo no
sea crítico, si algo ha constituido su espíritu es la crítica, así como
la inconformidad hacia la gestión, frente a la cual siempre ha planteado
sus limitaciones.
En la base, el chavismo expresa
continuamente su crítica, no ahora, no desde el fallecimiento del
Comandante Chávez, un rastreo hasta el inicio del mismo gobierno nos
permite visualizar distintas posiciones críticas, algunas que incluso
mostraron el rechazo abierto a decisiones y políticas. Desde su inicio,
muchas de las organizaciones y partidos que acompañan al gobierno lo
han hecho desde una posición crítica. Pero sobre todo, en los espacios
de organización popular, entre militantes, e incluso en las reuniones
del Psuv, se escuchan las distintas posiciones.
El tema es que muchos, en su
descontento, otros en su egoísmo y arrogancia, parece que pretenden
imponer su visión aparentemente crítica como la única válida,
demostrando incluso su propia incapacidad autocrítica, cuando otros
compañeros no comparten esa visión entonces son acusados de “dogmáticos”. Por supuesto, eso ha derivado también en posiciones
oportunistas, que aprovechando momentos de crisis quieren utilizar el
descontento para sus alcanzar sus objetivos particulares.
Nosotros nos asumimos desde la crítica,
desde la revisión interna, como militantes, es nuestro compromiso con el
proyecto de Chávez, que cada uno ayudó a forjar. Pero sobre todo
tenemos sentido del momento histórico. No nos dejaremos dividir por la
opinión pública, ni por grupos con agendas personales. Nos corresponde
ser el motor que siga haciendo avanzar la transformación, para que cada
contradicción se resuelva a favor del pueblo, que trabaja a diario para
construir una nueva sociedad.
Manuel Azuaje Reverón
No hay comentarios:
Publicar un comentario