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jueves, 8 de agosto de 2013

Las elecciones del 8 de diciembre y el discurso del cambio.



Se aproxima un nuevo proceso electoral en el que serán elegidos 337 alcaldes y 2455 concejales. Hay quienes consideran que estas elecciones no son tan importantes, resultando en un proceso de menor relevancia. Al contrario, el proceso electoral que se avecina es clave en términos estratégicos, hecho demostrado entre otros casos, por la centralidad que tiene en el discurso opositor.

La mesa de la unidad ha planteado casi todos sus candidatos. En algunos casos como el de la alcaldía de Caracas el consenso se ha roto, además de la posición del MAS que va con su tarjeta propia. En el discurso con motivo del apoyo instantáneo al diputado Richard Mardo, Capriles ha hecho hincapié en estas elecciones, no sólo porque la oposición sabe que es esencial mantener ciertos espacios, sino que necesitan que los números totales a nivel nacional los muestren en ventaja.

La oposición sabe que obtendrá una cantidad menor de alcaldías que las fuerzas aliadas del Gran Polo Patriótico, pero también sabe que su fuerte está en las capitales de Estado, donde se concentra mayor población y hay un ejercicio estratégico del poder, así como un cuantioso manejo presupuestario. Por lo tanto, apuestan a mantener las capitales de Estado que ya tienen y obtener algunas más.


Pero la apuesta fundamental opositora además del control de los espacios y presupuestos, apunta a tener una mayoría de votos en el total nacional, mayoría que le permita afirmar mediáticamente una posición triunfalista que mueva a sus seguidores. Capriles subsumió la propuesta de sectores discursivamente más radicales sobre la posibilidad de lanzar una constituyente, para ello llamó a votar en las elecciones de diciembre y luego avanzar en ese cambio constitucional.

La propuesta constituyente hecha por la oposición representa un desarrollo en cuanto al discurso sobre el cambio que ha sido eje centran en las campañas electorales de Capriles. Si bien ese cambio era un elemento vacío de contenido respecto a cómo será, cuáles son los puntos respecto a lo que se cambiará y cómo se procederá a realizar dichos cambios, ahora con la constituyente toma un poco de contenido, hay una idea concreta.

Ante ese discurso y la importancia que a las próximas elecciones regionales, Maduro ha salido al paso planteando que el cambio sólo se da en revolución. “Revolución en la revolución” fue el lema con el que se arrancó el nuevo período de gobierno, acentuando el hecho de que el cambio será representado por los nuevos candidatos que se han propuestos, la profundización de la revolución y una gestión local eficiente. Esta acertada respuesta ha venido acompañada de la postulación de candidatos jóvenes que no han ejercido cargos de elección pública y que vendrían a representar ese cambio en las alcaldías.

Aunado a esta posición discursiva fundamental, que le sale al paso al discurso opositor, tal como hiciera Chávez en la campaña presidencial del año pasado, se ha presentado la unidad de las fuerzas políticas representadas en el Gran Polo Patriótico. El Consejo Patriótico de Partidos Políticos ha demostrado funcionar como una instancia de decisiones consensuadas respecto a las candidaturas, así como a una dirección conjunta de la revolución.

Esta unidad es estratégica en términos políticos porque supone un espacio de diálogo entre las dirigencias partidistas en función de consolidar no sólo la estrategia electora, sino de elevar al ejecutivo la visión que tienen respecto a la forma como se debe gobernar. Los múltiples partidos que participan de este espacio tienen visiones distintas que deben consolidar la crítica y rectificación sobre la gestión, así como avanzar en el desarrollo del proyecto presentado por Chávez en 2012 y que ha sido apoyado por todos.

Pero resulta esencial y urgente, luego que esa unidad se ha consolidado, avanzar en un diálogo orgánico con la base, no sólo partidista, sino todos los movimientos sociales, organizaciones comunitaria y militancia, que día a día lleva a cabo en lo concreto la construcción del socialismo. El cambio real debe venir representado por el ascenso de liderazgos desde esa base, aquellos que defienden la revolución en lo cotidiano y desde su origen.

El PSUV no debe olvidar la situación de crisis y estancamiento que se hizo visible en los últimos procesos electorales, la poca capacidad de movilización y la parálisis de una dirigencia que ya no se relaciona con la base del partido. Rejuvenecer la dirigencia pasa por establecer esos canales orgánicos de diálogo que permitan el surgimiento visible de liderazgos que ya vienen formándose en el día a día con la comunidad.

Es necesario entender, que las elecciones en el marco de la democracia representativa burguesa, son parte de un proceso que ha escogido esa forma para llegar a espacios donde se ejerce el poder delegado. Pero que si bien, en lo coyuntural son mecanismos donde se enfrenta a la derecha opositora, la permanencia, profundización y avance de la revolución se juega en la gestión eficiente, y esencialmente en lo concreto comunitario, la construcción de la democracia participativa y protagónica, la formación de las comunas. Es el ejercicio directo y comunitario del poder el que transforma radicalmente.

Manuel Azuaje Reverón

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