La rabia de un pueblo
desbordó las calles el día 27 de febrero, no sólo las de Caracas, sino la de
muchos lugares a nivel nacional. Fue
tomada por sorpresa la burguesía, esa que se creyó el cuento de que éramos la
democracia más estable de América Latina,
y ante el asombro, actuó de la única forma que sabe hacerlo, por vía de
la represión y la muerte.
El 4 de febrero de 1992
se produce un alzamiento cívico militar encabezado por el teniente coronel Hugo
Chávez, la primera de dos intentonas contra el gobierno que había ordenado
masacrar al pueblo. Ese pueblo desde sus casas recibió un “por ahora”, que vendría
a representar una brecha por la que direccionar esa rabia.
Luego de que Chávez fuera liberado, el
movimiento MBR-200 inicia las discusiones respecto a si se toma la vía de la
lucha armada, o se crea un partido con el cual ir a elecciones. El presidente
apuesta por la vía pacífica y electoral. La historia le dio la razón y se
convirtió en presidente el 2 de febrero de 1999.
Ante las transformaciones
iniciadas por el gobierno, la burguesía empieza a organizarse, nunca dejará que
lo que considera suyo por derecho le sea arrebatado. Para la defensa de sus
intereses económicos conspira con grupos militares, con apoyo de Estados Unidos
a través de su embajada, organiza un golpe de estado que se consuma el día 11
de abril de 2002. Ese golpe tiene como punto clave el montaje de una masacre
contra sus propios seguidores y aquellos que apoyan al gobierno.
Una vez consumado el
golpe, ante la indignación, la rabia del pueblo toma las calles los días 12 y
13 de abril. Un mar de gente armada con constitución y consciencia, clama el
retorno de quien fuera elegido legítimamente como presidente constitucional de
la república. La rabia y la angustia se expresan
en los alrededores de Miraflores.
La presión cobra sus
frutos y Hugo Chávez retorna al Palacio presidencial la madrugada del 14 de
Abril. Sentado en un salón lleno de los más fieles miembros del gobierno, y
estando rodeado por millones de personas el edificio, el presidente hace un
llamado a la calma, tomando en sus manos un rosario pide a todos aquellos que
se encuentran en las calles, que vuelvan a sus casas.
La burguesía continúa
atentando contra el pueblo y hace un llamado a un “paro cívico”, busca matar de
hambre a la población con el único objetivo de recuperar el poder que se les
había arrebatado. Luego del fracaso de ese intento y una vez que Hugo Chávez
gana de nuevo el poder, el presidente firma una amnistía el 31 de diciembre de
2007. Esta decisión afecta positivamente a un grupo grande de opositores, que
habían venido planificando insurrecciones, especialmente aquellos que
participaron en los sucesos de abril de 2002.
Luego de que se anunció el
viaje y operación a la que fue sometido el presidente en diciembre del 2012, el
pueblo de forma masiva se hace solidario con su líder, reza, escribe y expresa
su deseo de que Chávez se recupere. Al mismo tiempo, la burguesía desata su
mensaje necrófilo, se refiere de forma inhumana a la enfermedad, maneja por
todos los medios los deseos para que el presidente no salga de la nueva
dificultad.
El pueblo sale de nuevo a
las calles de forma masiva los días 5, 10 y 23 de enero, a demostrar con
contundencia y firmeza que acá el que manda es Chávez, que el presidente ha
encarnado en un pueblo que se encuentra rodilla en tierra, al pie de la batalla
para defender sus conquistas. El aire es el mismo de la vieja rabia que se
derramó en las calles, pero ahora constituida en una fuerza para la lucha y la
construcción.
Hugo Chávez ha representado
un canal por donde fue dirigida esa rabia, siendo convertida en una fuerza
creativa para la transformación. Pero eso no significa que la convicción de un
pueblo no esté presente, se encuentra más firme que nunca. Los diversos hechos
que se han expuesto muestran, que pudiendo tomar la decisión de dirigir esas
fuerzas contra la burguesía en forma de violencia, el líder que es Chávez la ha
conducido por nuevos senderos. Es la principal razón por la que la burguesía
debe ser la primera en rezar por que Chávez siga estando presente, porque en
cierta medida es una garantía para ellos.
Manuel Azuaje
Reverón.
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