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lunes, 4 de agosto de 2014

La Transformación del Estado


Los movimientos sociales que apoyan al proceso bolivariano han identificado múltiples síntomas de la situación crítica en la que nos encontramos actualmente, pero así como los síntomas son de variada índole parece que hay consenso en relación a la enfermedad de la que éstos son señal. Tras 15 años de proceso político y de transformaciones en distintos ámbitos, seguimos teniendo el Estado Burgués, que mantiene y en algunos casos fortalece su propia lógica.



Pero no sólo los movimientos han identificado éste cómo uno de los problemas centrales, si no la raíz, de las dificultades que afrontamos hoy en día. El gobierno nacional, desde el Presidente de la República hasta ministros y voceros se han referido a la condición burguesa del Estado, así cómo a la necesidad de avanzar hacia otro Estado. En este sentido, parece haber un consenso mínimo entre la base y la dirigencia política en relación al principal reto que afronta el proceso bolivariano.

Como sabemos, la identificación de un problema no viene acompañada por su solución en casi ningún caso. La necesidad de transformar, destruir o superar el Estado Burgués y en algunos casos el Estado en general no es nueva, forma parte de las discusiones de la izquierda casi desde su origen moderno. No nos planteamos en este corto espacio solucionar un tema que ha hecho correr cantidades de tinta, así como horas de práctica política y debates aireados. Sólo queremos apuntar la existencia de una tensión qué creemos necesario tener en cuenta.

El Comandante Chávez recogía con frecuencia la afirmación del militante e intelectual italiano Antonio Gramsci, respecto a ese momento en el cual lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir. En ese sentido, nos parece que eso nuevo si bien no termina de nacer ya da señales de vida, se van formando sus partes, se visualiza el conflicto de su propia constitución. Mientras, lo que aún no termina de morir, está vivo pero en aparente fase terminal, debilitado enfermo y carcomido por dentro. 
 
El Estado Burgués está conformado por las instituciones acabadas, definitivas, encargadas de sostener y representar los intereses de clase de la burguesía, mientras que eso nuevo que nace expresa la potencialidad vital del pueblo que se organiza en función de ejercer el poder desde sí mismo, de crear los espacios propios donde se expresen sus intereses, deseos y capacidad creativa. 
 
Eso acabado y definitivo que es el Estado en cuanto tal hoy en día, está ocupado por fuerzas que empujan, o dicen empujar hacia su transformación, al menos en su dimensión gubernamental. En la base que apoya a ese gobierno se encuentran los movimientos y organizaciones sociales, así como el pueblo mismo, que presiona desde sus espacios para que esa transformación avance los más radical y lejos posible. 
 
De esta realidad surge una tensión, entre lo establecido y la potencialidad del pueblo. Una tensión que tiene un componente aparentemente contradictorio, porque desde las instancias de lo establecido se pretende aportar al fortalecimiento de la potencialidad, prestar apoyo al surgimiento de eso nuevo, a la vez que se aspira a la transformación de las propias instituciones que conforman ese Estado desde adentro. Todo esto resulta en un proceso de difícil caracterización.

Una ilustración de esta tensión la podemos ver en el discurso y la práctica que llama a hacer más eficiente al Estado, lo cual podría permitir combatir mejor la corrupción y el burocratismo, pero a la vez llama a dar pasos a un nuevo Estado, impulsando nuevas formas de organización. Con lo cual parece que el Estado Burgués se fortalece cuando el horizonte es su propia transformación

Uno de los legados principales del Comandante Chávez ha sido las comunas, como horizonte posible en la transformación social necesaria. En su campaña presidencial fue reiterativo respecto al hecho de que nuestro futuro se juega entre “Comunas o Nada”. Pero el legado está por hacer, las comunas cada día cobran más fuerza en el país, con sus propias contradicciones, el reto histórico es demostrar que realmente pueden ser el espacio para avanzar hacia una sociedad más allá del capitalismo. 

En esta misma medida se expresa la tensión, porque desde el Estado, desde el ejercicio del gobierno el Comandante Chávez propuso, la que a su juicio representa la alternativa al Estado Burgués y al capitalismo. De manera que desde lo establecido se da una apuesta a la potencialidad de la fuerza transformadora del pueblo. 

Es decir, mientras que desde el Estado se ha impulsado la organización popular, lo cual no quiere decir creado, porque ya existe en potencia en las luchas comunitarias, desde las comunas empieza a aparecer la alternativa a ese propio Estado. Con lo cual se genera una dinámica compleja, atravesada por múltiples contradicciones y conflictos.
La transformación del Estado se juega en esa tensión entre la potencialidad creadora de las comunas como forma auténtica, que aún tiene mucho por decirle a la historia política de la humanidad y la institucionalidad de ese Estado ocupada por quienes sostienen, aparentemente de manera sincera, ser aliados en ese proceso creativo. 
 
Manuel Azuaje Reverón.


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